Allá por los años treinta, los pilotos solían usarlos para protegerse de la intensa luz solar y de los fuertes vientos. Hoy podemos usarlos sólo para lucir feroces. Aviadores clásicos, la forma de lágrima de las gafas de aviador agrega algo de longitud a la cara de las personas y lucen mejor en caras redondas o abovedadas.
Se han desarrollado muchas formas diferentes, desde cuadradas, redondas, ovaladas hasta polígonos irregulares, la silueta clásica del aviador tiene el poder de verse bien en cualquier forma de rostro y proporcionar simetría y proporción, con opciones como la nuestra, hombres y mujeres usan estos atrevidos gafas de sol con estilo y confianza, aportan actitud y autoridad a su sentido del estilo.
Combinados muy bien con el puente nasal doble característico del aviador, se adaptan y añaden brillo a la mayoría de las preferencias de vestuario.